El legado de los superhéroes (III)

jueves, 25 de febrero de 2010

“Si contradecís la continuidad previamente establecida, en un punto estás destruyendo la confianza del lector en la narrativa. El lector que leyó los números anteriores (los que vos decretás que en realidad no sucedieron) tienen derecho a pensar que perdieron su tiempo, que la energía emocional que invirtieron en leer aquellas historias fue malgastada. Este tipo de cosas erosiona la fe del lector en la historieta como medio”.

Declaraciones de Alan Moore en la Power Magazine dedicada a este autor británico.


Una de las cuestiones que más le quitan seriedad a los comics de superhéroes ya mencionados es su escasa o nula estabilidad. Es normal escuchar comentarios como "para qué comprás eso, si después el personaje resucita" o "no me voy a comprar esa saga, porque pronto van a editar una en donde todo se da vuelta de nuevo" o "no va a morir en serio, no te calientes". La maldición del retcon, la maldición de la novela permanente, que nunca se termina, que siempre está empezando de nuevo.

Con tanta experiencia sobre sus hombros, los hombres y mujeres de DC y Marvel deberían ya estar entrenados para hacer retcons al menos decentes, que agreguen giros sobre giros, que develen misterios manteniendo en secreto parte de la verdad, sin llegar al absurdo, a lo innecesariamente bizarro o a lo simplemente insultante para el espectador. Pero no es así, y esta es otra de las grandes fallas del sistema actualmente, uno de los grandes huecos del barco por donde sigue entrando agua.


El Mefistazo
Tal vez el peor ejemplo de un retcon, un verdadero insulto a los lectores, lo encontramos en la historia reciente de Marvel. Entre 2001 y 2007, el conocido y veterano escritor J. Michael Straczynski (famoso principalmente por ser el creador y guionista principal de Babylon 5, considerada una de las mejores series de ciencia ficción) estuvo a cargo de la serie de Spiderman. A pesar de que los contenidos que aportó fueron muy discutidos por el fandom, sus cambios estaban metiéndose en la historia del personaje de manera más que definitiva.

Una de las cosas que molestó a muchos es que el ilustre guionista logró algo que nadie nunca había hecho: hizo crecer a Peter Parker. El personaje se caracterizaba por ser un adolescente tímido, sin trabajo y sin un centavo, que vivía con su tía viuda y nunca podía conseguir a la chica de sus sueños (ni a ninguna otra, ya que estamos). Básicamente, un perdedor que se contraponía con su identidad superheróica. Straczynski cambió esto. Durante su andadura, Peter se graduó de la universidad y comenzó a trabajar como profesor, logrando cierta estabilidad profesional y económica. Su relación con Mary Jane Watson floreció y hasta se casaron. De pronto, el niño tonto era un hombre adulto.

Pero claro, esto tenía que terminar. Había películas y muchas otras cosas de por medio, que requerían que el personaje siguiera encorsetado en la historia clásica. Las versiones son contrapuestas porque el Editor Ejecutivo de Marvel, Joe Quesada, dice una cosa y el guionista dice otra. Pero lo cierto es lo que se publicó.

Durante la Guerra Civil, que separó a los mutantes y superhéroes de la población "normal", Spiderman revelaba ante las cámaras su identidad como Peter Parker. Poco tiempo después, la famosa tía May era herida mortalmente de un disparo. Luego de buscar muchas soluciones y no encontrar ninguna, la pareja era enfrentada con Mephisto (el Diablo, dentro del Universo Marvel), en la miniserie One More Day. Este ente malévolo le planteaba a Peter y a MJ una disyuntiva bastante extraña: la vida de su tía por su amor y su matrimonio. Es decir, que May podía resucitar si la pareja renunciaba a su vida, borrándose la relación de su memoria y de la memoria de los demás (como si el tiempo volviera atrás, digamos...). ¿Puede un superhéroe hacer un trato con el Diablo, con el Mal encarnado? Pues parece que si, que los puritanos editores de EEUU no pueden permitir que un personaje tenga problema maritales y se divorcie (lo más natural si se quería plantear una separación), pero sí puede permitir que hagan un trato diabólico.

Pueden imaginarse la que se armó (vean algunas declaraciones en este enlace de la Wikipedia). Hay videos en Youtube en donde vemos fanáticos quemando las revistas. Muchos lectores todavía putean a Quesada y a Straczynski, muchos dijeron que nunca comprarían más la serie, etc. etc. Claro que mentían, todos la siguieron comprando. Pero algo murió definitivamente: la sensación de que se podía innovar, avanzar. La sensación de movimiento.

El apresurado retcon recibió buenas críticas sobre el dibujo de Quesada y los guiones de Straczynski. Pero lo que falló, en todo caso, no fue lo artístico, sino lo editorial. En una empresa de ese calibre, el guionista es como un jugador de fútbol: puede ser Messi, pero si el director técnico es malo... pues pasa lo que pasa ahora con la Selección Argentina.

One More Day no sólo se cargó las expectativas de muchos lectores, haciéndoles perder dinero y energía emocional, como dice Moore, sino que escupió sobre el trabajo de muchos dibujantes y guionistas que trabajaron en las tres series mensuales del arácnido durante esos años. La movida fue tan burda ("lo hizo un hechicero", ¿recuerdan el capítulo de Los Simpsons?) que, todavía hoy, no se entiende completamente el alcance del retcon. Por arte de magia, Mephisto borró años de historia, pero la complejísima trama de argumentos impide saber a ciencia cierta qué pasó, ya que hay miles de situaciones que sucedieron a consecuencia de otras.. que nunca tuvieron lugar. Supuestamente, Spiderman reveló su identidad, pero mágicamente, nadie la recuerda. Muchos hechos acaecidos desde el casamiento de Peter y MJ han quedado en un estado de incertidumbre (como el gato de Schrödinger, digamos), ya que nadie ha salido a explicar lo inexplicable. Para peor, se resucitó a Harry Osborn, que llevaba décadas muerto, ¡y dijeron que estaba en Europa! Todo para tratar de tapar baches, que digo, kilómetros de carretera desplomadas adrede sobre lectores indefensos... que siguieron comprando, hay que decirlo.

¿Por qué sucedió esto? Muchos no querían a un Spiderman adulto, evidentemente. Nos quejamos de que la gente vea a los comics de superhéroes como algo "para niños", pero en realidad, son los mismas empresas icónicas del ambiente las que nos ponen palos en la rueda, perdiendo una y otra vez la oportunidad de plantear historias realmente adultas y novedosas, incluso saboteándose a sí mismas artísticamente. Porque, por otra parte, la serie de Spiderman en esa época se vendió mucho...


Uno o lo otro
Podemos ver entonces que otro gran problema de Marvel y DC es que se mueven convenientemente a mitad de camino entre dos extremos: el retcon permanente para que todo quede igual, y el los cambios permanentes para que todo parezca diferente. Vemos claramente qué parte de la balanza está más cargada.

Para salirnos del campo de los comics, podemos poner un ejemplo del retcon permanente en Los Simpsons. Sus creadores decidieron no hacer crecer a los personajes, que se mantienen siempre con la misma edad y problemas similares.

La genialidad de los guionistas les permitió hacerlo con elegancia, poniendo todo en un tono de broma muy a lo cartoon y haciendo que las cosas siempre vuelvan al cauce original. A excepción de unos muy pocos personajes que murieron realmente, todos continúan allí, y siempre sanan de tiroteos y caídas. Homero perdió el trabajo infinidad de veces, pero por alguna razón en la planta de energía nuclear siempre lo recontratan para continuar esclavizándolo. Bart sólo ha cambiado la forma de hacer travesuras; la familia ahora tiene computadoras y celulares. Si antes Homero era fanático de Queen, poniendo su adolescencia entre finales de los 70s y principios de los 80s, recientemente se lo presentó como un loco del grunge que tenía una banda a lo Nirvana (la versión de Gliceryne, de Bush, me pareció un detalle más que curioso).

Cierto que Los Simpsons perdieron mucha gracia, particularmente cuando Matt Groening no estuvo presente, y la repetición de ciertos esquemas mantuvo a los espectadores frente a la pantalla. Tal vez ya no son lo que eran, pero no han tocado fondo ni económica ni cómicamente. Sigue siendo entretenido verlos, algo que no siempre sucede con los superhéroes.

El legado de los superhéroes (II)

miércoles, 10 de febrero de 2010

El gran héroe del cómic italiano, Tex, es un cowboy y es eso. El tipo que se va eternamente por su camino polvoriento. Vende cientos de miles y siempre con la fórmula inalterable. [...]

Es raro ese empecinamiento por no aburguesar a tu héroe. La serialización tiene sus normas, que son inevitables si querés durar 50 años. [...]

Es como un monolito que avanza, hace justicia y se va.
Quizás la fórmula del éxito ahí sea la repetición, como en los viejos
programas de televisión. No sé cómo funciona, pero la repetición seguro es eficaz,
y uno piensa y labura menos, también.

Carlos Trillo, en una entrevista a la revista Acción (al final de la página)


Idas y venidas


Si Batman demostró que podía cambiar, ¿por qué continuamos con lo mismo? Hace décadas, tanto Flash como Linterna Verde (las versiones de la Edad de Plata) murieron, y nadie se suicidó a causa de esto. Simplemente aparecieron otras personas que tomaron su traje y tenían sus poderes, personajes que uno podía llegar a amar u odiar, pero que continuaban su legado. Así mismo, en el afán por crear más personajes, comenzaron a existir otros Linternas Verdes terrestres y también otros Flash o similares. Los lectores tenían entonces la opción de amar a uno y odiar a otros, o de quererlos y odiarlos por igual.

Pero este experimento parece no haber sido observado atentamente por la gente de DC. Actualmente, los dos personajes icónicos de la Edad de Plata fueron resucitados, a pesar de que ya todos nos habíamos acostumbrado a su ausencia, y al hecho de sus muertes heróicas. ¿Era necesario? No para la trama general, pero sí para la trama monetaria. Su regreso, anunciado con bombos y platillos, intentaba quitarle ventas a Marvel, que venía liderando el mercado desde hacía muchos meses.

Hay que mencionar que hubo otras experiencias. Cuando Superman murió, aparecieron nada más ni nada menos que cuatro reemplazantes, cada uno de los cuales decía ser el verdadero. Ninguno lo era, claro, pero por un tiempo funcionaron para dar suspenso y acción. Hace poco, cuando Wonder Woman desapareció, su manto fue tomado por Wonder Girl, su sidekick de toda la vida. Lamentablemente, como sucedió con Superman, al regresar la figura original, todo volvió "a la normalidad".

El dilema es, por lo que se ve, qué hacer con los muchos personajes que buscan crecer a la sombra de otros que nunca se retiran. Durante los años, tanto DC como Marvel han creado muchos personajes, que se han sumado a la larga lista de los que estas empresas tenían desde su creación o compraron de otras empresas. La acumulación caótica de capas y capas, y la nula voluntad de matar en serio a ciertos personajes (relegándolos a las capas inferiores de manera definitiva) contribuyen a una ebullición antinatural, en la cual nada se evapora.

Actualmente hay varios Flash y Linternas Verdes (aunque en este caso no hay problema porque se trata de un cuerpo de policía galácticos). Está Batman, Batgirl, Batwoman y dos Robin. Está Superman, Supergirl (que también resucitó) y Superboy (uy, uno más, y para colmo ahora hay un Nuevo Kryton lleno de... más kriptonianos). Además de Wonder Woman y de la Wonder Girl que la reemplazó, hay otra Wonder Girl adicional (esta es rubia, para no confundirnos).

La proliferación de sidekicks y personajes homólogos tal vez no sea la norma en Marvel, pero también existe el mismo problema. Así como Bruce Wayne murió y fue reemplazado por Dick Grayson, el Capitán América murió y fue reemplazado por Bucky, su antiguo compañero de aventuras. Claro que cuando los personajes originales regresen de la muerte, es seguro que tomarán de nuevo su identidad, y sus compañeros tendrán que bajar la cabeza y volver a lo suyo.

¿Alguien hace algo para poner orden a este problema? Hasta ahora no. Sin embargo, recientemente el denostado Dan DiDio, editor ejecutivo de DC, hizo declaraciones bastante jugosas, que prefiero traducir palabra por palabra:

Bueno, en el año que viene, vamos a referirnos al tópico de los legados en una historia, porque hay dos problemas que estamos enfrentando con el DCU, yo creo. Uno es que tienes una situación en la cual Superman, Batman y Wonder Woman realmente no han envejecido como lo han hecho muchos de los personajes a su alrededor. De manera que teníamos que mantenernos revisando la continuidad para que esta gente encajara adecuadamente, basados en qué tanto otros personajes a su alrededor estaban envejeciendo. Con suerte vamos a estar resolviendo esta situación ahora mismo y durante el año que viene, al ser capaces de ser más claros sobre cuando cada uno apareció y, más importante, cómo cada personaje se relaciona con los demás con respecto a su edad y con quién creció cada uno, básicamente.

Lo segundo es que también habíamos entrado en un período de tiempo en el cual, yo diría desde mitad de los 90s, hasta hace unos pocos años, en los que un montón de personajes estaban creciendo muy rápidamente. Un montón de personajes estaban siendo reemplazados. Sus reemplazos aparecían en versiones más jóvenes, entonces las versiones más jóvenes eran añadidas arriba de todo. Así que añadimos muchas capas en nuestros personajes en ese período particular de tiempo.

Y ahora mismo, estamos tratando de enderezar eso un poco más, para que haya un sentido mucho más claro de qué es un personaje con legado, cuál fue la relación con el personaje del legado, y más importante, una idea de por cuando tiempo cada personaje estuvo en actividad, de manera que tengamos una mejor idea de cómo es el asunto. Naturalmente, el tiempo se comprime porque estamos tomando 70 años de continuidad y tratando de [inaudible] en una persona cuya vida es de 30 años. Así que es un poco difícil.

Pero estamos tratando de desenredar eso y darle una sensación clara de qué línea temporal tiene cada uno, y también más importante, manteniéndonos en movimiento hacia adelante de manera clara, para que de esa manera no tengamos esa sensación que hay personajes que envejecen más rápido que otros.

Didio, en esa y otra entrevista, no quiso dar más datos; sin embargo, poco tiempo después se sabía que todo esto se desarrollaría en una miniserie de 10 partes, denominada acordemente Legacies. Escritas por el veteranísimo Len Wein, tal vez uno de los guionistas más antiguos y conocedores del Universo DC, esta editorial no escatima en nombres: Joe Kubert y Andy Kubert, padre e hijo, ilustrarán el primer número, dedicado a uno de los primeros héroe enmascarado, Crimson Avenger. En las siguientes entregas habrá dibujantes cuyos estilos e historias están relacionadas con la época y personajes que van a versionar, lo cual debería darle un aspecto único. Según DiDio:
Legacies es una serie que divide, a través de sus capítulos, las cinco generaciones del Universo DC. Estas son generaciones muy concisas, cada una con un comienzo y un final, y lo que ves es a las diferentes encarnaciones de nuestros personajes evolucionar, cambiar y crecer mientras las generaciones pasan. En este sentido, construimos lo que podemos llamar una línea de tiempo, no en la forma de un calendario, pero sí contar historias mientras el mundo cambia alrededor suyo. Tenemos un montón de hitos, de eventos y líneas de historias a través del Universo DC que vamos a tocar.

(...)

Lo interesante de la primera generación de héroes es que hay cambio dentro de esa primera generación en sí misma. Vamos desde los hombres misteriosos como Crimson Avenger, Atom y Sandman, que son presentados en el primer número, al segundo número, cuando ves por primera vez que los personajes han cambiados sus uniformes. Ves la llegada del superhéroe, desde los hombres en trajes y chaquetas y capas hasta algo más cercano a las líneas del spandex. Ves el nacimiento del superhéroe a través de las evoluciones de los personajes, lo cual es excitante.
El editor aseguró también que esta miniserie bloqueará la historia presente y pasada del Universo DC por un buen tiempo, lo cual es algo bastante positivo, ya que en los últimos años han sucedido nada menos que tres Crisis (Identiy Crisis, Infinite Crisis, Final Crisis) que cambiaron o retconearon numerosos e importantes aspectos de innumerables personajes, a lo cual se le suma la actual saga apocalíptica. DiDio también dijo que quería usar los mismos parámetros para todos los personajes: "una de las cosas que estamos contemplando, para después de La Noche Más Oscura, es un sentido muy definido de las reglas, sensibilidades e interpretaciones de nuestros personajes, y no planeamos retrabajarlos tan esporádicamente como lo hemos hecho en el pasado."

DiDio se refiere a la actual crisis necromántica que tiene de cabeza a todo el Universo DC. Crisis que plantea una curiosa ironía: muchos dicen que el género superheróico se muere de viejo, y ellos aprovechan para resucitar como zombies a toneladas de personajes con la excusa de una entidad que está relacionada con la muerte (y para peor, Marvel lo hizo hace poco tiempo!!!). De nuevo, la crítica marca algunos buenos resultados en el apartado artístico de este gigantesco crossover, pero a nivel editorial, la broma es fácil: una vez más, todo vuelve, todo resucita, y la muerte no tiene sentido dentro de los comics.

Habrá que esperar a mayo de 2010 para empezar a ver cómo la editorial y sus artistas encaran este asunto, y si realmente sentará las bases para cambios más lógicos, o si solamente se trata de más promesas que no se cumplirán. Mientras tanto, todo cambiará, y todo seguirá igual...

(continuará... seguramente)