El legado de los superhéroes (I)

lunes, 25 de enero de 2010

Creo que Batman es un personaje para todas las épocas y edades. Cuando yo era joven, me gustaba a un nivel sencillo pero totalmente satisfactorio. ¿Quién podía predecir que tendría la complejidad, la riqueza y a intensidad para retenerme ahora que soy adulta? ¿Quién sabía que dibujantes y guionistas le encontrarían siempre interesante, que profundizarían en sus sombríos reinos y sacarían tesoros jamás vistos? Pienso en Dark Knight, Batman: Año Uno, Arkham Asylum. ¿Qué personaje podría resistir tan apasionadamente pruebas y emerger más fuerte, más complejo y aún más apasionante? Batman parece capaz, sencillamente, de extender su capa y envolver todas nuestras imaginaciones, de jóvenes y mayores, en sus sombríos contornos. Ojalá nunca nos abandone.

Jenette Kahn, presidente y editora en
jefe de DC Comics entre 1981 y 2002,
en el primer número de laedición
española de Leyends of the Dark Knight.


Hace tiempo vengo masticando una reflexión sobre la actualidad y pasado reciente de los cómics de superhéroes clásicos y más conocidos: los de DC y Marvel, mundialmente famosos y cada vez más reversionados a través de películas, videojuegos, series de TV, etc.

Una parte fundamental de esta reflexión era la naturaleza del tiempo en los comics. La otra es la particular concepción de la vida y la muerte, la cual impide a las editoriales matar definitivamente a los personajes y quedarse con los nuevos a cambio.

En particular, el detonante de este artículo de dos partes ha sido la lectura de este artículo publicado en Zona Negativa: Íconos caídos, Íconos recuperados. En el texto se mezclan cosas ya conocidas, cosas que yo ya estaba meditando, y también datos desconocidos y que me hacen pensar en otras cosas. Pero vayamos punto por punto, porque esto va para largo...


El hijo del murciélago

Por ejemplo, ¿saben que Bruce Wayne tiene un hijo? Pues sí. Y yo me vengo a enterar ahora. ¿Por qué? Sabía que se había casado con Thalia Al Gul, la hija de su archienemigo más sobrenatural, el casi inmortal Raz al Gul. Seductora y ambigua en sus objetivos (no se sabe bien si es villana o no), es uno de los intereses románticos de Batman en varias versiones del personaje.

En un comic de hace tiempo, la susodicha aparece con un hijo que es de Bruce, el cual ha experimentado un proceso de envejecimiento acelerado (claro, porque de otra manera en 50 años a lo mejor tiene 10). Este personaje, totalmente revolucionario en cuanto a lo que plantea (creo que ningún héroe tan emblemático como Batman ha tenido descendencia en los comics), ha sido completamente desperdiciado y dejado de lado, viviendo en la sombra durante todos estos años. ¿Por qué? Es evidente que ningún editor sabía bien qué hacer con él, y no querían comprometer ciertas posturas, escritas o no escritas, acerca del tiempo en los comics y la figura de los superhéroes.

Ni hablar de que, en todo este tiempo, el caso de Batman y su hijo oculto es único y aparentemente irrepetible. Diana Prince y Wonder Woman son intocables, en el sentido más amazónico del término (lo cual no impide que Donna Troy, su primera Wonder Girl, sí haya tenido un bebé... ¡que murió!). Y parece que lo que se especulaba en Mallrats sobre Superman y sus relaciones sexuales es cierto, y tal vez tenga miedo de matar a Lois.

Recién ahora vemos al joven Damian Wayne como el nuevo Robin, cuando su padre parece estar muerto y el primer Chico Maravilla, el ya crecido Nightwing, se pone la capucha del murciélago. Pero, ¿cuánto tardará en volver a desperdiciarse el personaje? Como bien señala el artículo de Zona Negativa, nadie duda de que Batman volverá. Será anunciado, seguramente, como el mayor regreso de todos, pero nadie debería esperar mucho. Estamos en una época de regresos (el Flash y el Linterna Verde de la Edad de Plata, que estaban muertos desde hace tiempo, y quién sabe si alguien más...): todo vuelve a ser lo mismo, y aunque Batman ahora reaparezca transformado radicalmente, ¿cuánto tiempo tardará en regresar a lo mismo? ¿Y a qué limbo irá su hijo entonces?

El artículo menciona una propuesta que tal vez nunca veamos. Yo agrego mis detalles. Nightwing regresa a su antigua identidad superheróica, acompañado por Red Robin (el tercero, Tim Drake). Los dos Wayne se quedan con sus respectivas capas, peleando como padre e hijo sin que nadie lo sepa, hasta que papi se tenga que retirar por la edad u otra causa y él herede el puesto, o de nuevo lo tenga el primer Robin. ¿Qué más? Entre Batgirl y Batwoman hay de todo, una verdadera batifamilia que se puede aprovechar.

Pero, ¿vendería un Batman que no fuera Bruce Wayne? Esa es la pregunta que todos se hacen, y que los directivos de DC no quieren arriesgarse a responder. Claro, vendería ahora, porque todo el mundo sabe (código no escrito) que va a volver. Cuando Superman murió, todo el mundo se mantuvo al borde, mirando la explosión de nuevas colecciones que surgieron durante meses, hasta que regresó. Mucha gente deplora la ejecución de sus personajes favoritos, pero, justamente por lo mismo, está ansiosa por saber cómo vuelven al ruedo, y se quedan mirando lo que sucede mientras tanto. Pero, ¿si el cambio fuera permanente?


Batman & beyond

Tal vez la mejor demostración de que un Batman que no fuera Bruce Wayne puede funcionar económica y artísticamente proviene no del comic, sino de la animación. En la década del 90, con el enorme éxito de crítica y público de la serie animada de Batman, se le encargó a un grupo liderado por Bruce Timm la solución a un "problema" que Warner tenía con ella. Los argumentos eran a veces bastante serios, profundos y complejos, enfocados más bien a adultos jóvenes, en lugar de los niños y adolescentes que deberían ser el target del show. Siendo que ya estaba Robin y no se podían incluir personajes más "aniñados", Timm tiró una idea que pensó que nadie aprobaría: hacer flashforward y plantear un nuevo Batman, que fuera adolescente y sobre el que pudieran escribirse historias para un público más joven. Sorpresivamente, los directivos le dieron aprobación al instante.

Así surgió Batman Beyond: en esta serie, Bruce Wayne había tenido que retirarse de su trabajo secreto al experimentar problemas cardíacos relacionados con su edad. Después de muchos años sin el Hombre Murciélago custodiando Gotham, la ciudad era nuevamente un lugar corrupto, lleno de delincuencia y negocios de las corporaciones, en un futuro nada idílico, fuertemente cyberpunk. Terry McGuinnes, un adolescente con problemas legales y personales, se convertía en un improvisado Batman al descubrir el secreto de Wayne, luego de que su padre fuera asesinado por no colaborar con el dueño mafioso de una empresa corrupta.

Las tres temporadas de la serie, aunque tenían un toque adolescente, eran también bastante ambiguas, planteando tanto situaciones graciosas como encrucijadas morales, además de personajes muy fuertes. Por un lado, un Terry cabeza dura, temerario y nada sutil, que tenía que aprender desde cero, más dado a los puños y a las patadas que a la investigación. Por otro lado, un Bruce anciano, resentido, malhumorado y más inclinado a los reproches que a la corrección amable de los errores de su pupilo. La exploración del pasado de ambos personajes era otro de los puntos fuertes de algunos capítulos, que dio no pocas sorpresas acerca de por qué no existía en ese futuro la "batifamilia" que presentaban las series anteriores: solamente Terry continuaba el legado de Batman.

El éxito de la serie, que continuaba lo hecho con la serie ambientada en la época "tradicional" de Batman, sustentó el lanzamiento de un proyecto todavía más ambicioso: Justice League, y su continuación todavía más ambiciosa, Justice League Unlimited. Todas estas series compartían la misma continuidad, y actualmente son recordadas y consideradas por muchos como las mejores series de animación de superhéroes de la historia. ¿No es eso prueba suficiente?